Desentrañar el potencial de la Naturaleza para mejorar la calidad de vida es el único gran desafío para la nutrición a base de proteína de soja. La industria de la proteína funcional de soja está dedicada a unos productos y a unas prácticas de marketing que fomentarán estilos de vida saludables, reducirán el impacto medioambiental y facilitarán que los consumidores coman y vivan mejor.
El desafío real para la industria de la soja es encontrar caminos nuevos y atractivos para conseguir que más personas consuman productos con soja. Para ello es necesario desarrollar alimentos con muy buen sabor y un precio asequible. Pero, al mismo tiempo, hay que enseñar a la población los beneficios nutritivos y para la salud que tiene la proteína de soja.
El esfuerzo abarca cuatro áreas clave: nutrición, marketing, educación del consumidor y apoyo a la población. Aunque algunas de estas áreas están totalmente desarrolladas, será un proceso a largo plazo y será necesario hacer un ajuste fino con otros componentes. Los proveedores de proteína de soja deben colaborar con la gran industria alimentaria para que los consumidores desarrollen unos hábitos de alimentación saludables. Muchos consumidores no entienden realmente lo que es comer de forma saludable y están hartos de oír constantemente que algunos alimentos tienen un carácter negativo para la dieta y que, supuestamente, deben evitarlos. En vez de eso, las empresas de alimentación y las autoridades sanitarias deberían proporcionar información sobre las opciones de alimentos positivos.