En esta colección de ensayos, el arquitecto Josep Llinàs se atreve con nuevos formatos, como las historias de Instagram, y no rinde cuentas a nadie más que algunos de los héroes que aparecen en la narración. Siempre presente, la obra de Josep Maria Jujol, quien abolla, retuerce y emborrona todo lo que hace, una obra alejada de cualquier épica calvinista del trabajo y que Llinàs emparenta con la sabiduría popular y, en última instancia, con el comportamiento de un niño. Pero, además, aparecen otros personajes más allá de Jujol: desde Alejandro de la Sota hasta José Antonio Coderch, desde David Lynch hasta Peter Handke, desde su nieto hasta sus padres, y de ahí a sus bisabuelos? Y, mientras tanto, sin perder nunca la sonrisa, dibuja, recorta papeles, hace maquetas y collages, y escribe historias por puro goce ?su condición de septuagenario lo ha liberado del trabajo como castigo? para luego revertirlas en su trabajo de arquitecto.