La sostenibilidad económica pretende impulsar nuestro crecimiento. Significa que las generaciones futuras serán más ricas, tendrán una mayor renta per cápita y calidad de vida. Cierto es que algunas de las tecnologías fueron mal vistas al principio porque eliminaban puestos de trabajo; quizá algunas sí, pero el ordenador sustituyó a la máquina de escribir e hizo que los trabajadores utilizasen de forma más eficiente su tiempo. La sostenibilidad social pretende que las generaciones futuras tengan más oportunidades que las generaciones anteriores. Pretende sentar las bases para una mejora de nuestra economía mediante incentivos para el progreso de la educación, del conocimiento y de la innovación. Para ello hay que mejorar la prevención de riesgos laborales, la distribución de la renta, la racionalización de horarios, favorecer la conciliación laboral, el apoyo de la comunidad local, a los dependientes... La sostenibilidad medioambiental pretende garantizar una gestión responsable y sostenible de los recursos naturales. Quiere legar a las generaciones futuras un entorno natural igual o mejor que el actual, lo que implica reducir las emisiones contaminantes, una mayor eficiencia en el uso del agua, el suelo y los recursos naturales. Estos tres factores se agrupan aplicando los principios de la Responsabilidad social empresarial. Ciertamente la RSC tiene un origen ético, un aspecto estético, pero sobre todo, una función práctica, ya que se puede traducir en ventajas competitivas. Las empresas y los particulares están aprendiendo a producir y consumir de otra manera, con valores que tienen que ver más con la responsabilidad y la sostenibilidad, lo que genera ganas de innovar, de tener ideas y de aplicarlas para salir de las crisis. En tiempos de crisis solo sobreviven las empresas que tienen mayor capacidad de adaptación a las exigencias de su entorno, y estas son las empresas que tienen un enfoque de responsabilidad social corporativa.
Parte 1.- Conceptos generales. Nuestra hoja de ruta
1.- Introducción
2.- El cambio en los paradigmas directivos que genera la RSC
3.- La gestión de intangibles como factor que asegura la satisfacción de nuestros clientes
4.- Nuestra hoja de ruta. Comentario a nuestra Ley de economía sostenible
Parte 2.- Profundización en los conceptos
5.- La imprescindible mejora de la productividad y de la calidad
6.- Concepto de economía ecológica
7.- El aspecto psicosocial. Un factor clave para la productividad y la prevención de riesgos laborales
Parte 3.- La Responsabilidad Social Corporativa. Una nueva cultura empresarial
8.- La Responsabilidad Social Corporativa
9.- Una Nueva Cultura de Empresa
10.- Ámbitos y estímulos de actuación
Parte 4.- Ejemplos reales
11.- Ejemplos prácticos
Ricardo Fernández García
Doctor en Ciencias Químicas por la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Estudió Ciencias Químicas, especialidad Química Industrial en la Universidad de Oviedo. Master en Derecho de la Unión Europea por la UNED y en Administración de Empresas con especialidad en Gestión de la Producción y la Tecnología por el Centro de Estudios de Postgrado de Administración de Empresas (CEPADE) perteneciente a la Universidad Politécnica de Madrid.
Es, además Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales en las especialidades de seguridad en el trabajo, higiene industrial y de ergonomía y psicosociología aplicada y Consejero de seguridad para el transporte por carretera.
Miembro del Consejo Asesor de la Federación de Empresas Químicas y de Plástico de Aragón.
Es colaborador habitual de diversas revistas técnicas y miembro del Consejo editorial de la revista Química del Siglo XXI.