Si a esta definición le añadimos el término "animal", la identificación animal podría ser por tanto, el acto de "dar los datos de un animal necesarios para ser reconocido". Según esta premisa, nosotros debemos "dar", proporcionar, esa información, ya que el animal por supuesto no dispone de esa capacidad. Es ahí donde llegan los dispositivos de identificación animal ideados por el hombre.
Son dos las principales orientaciones que la identificación animal ofrece, centrándonos en las especies ganaderas. La primera, a nivel de propietario y la segunda, a nivel de las administraciones públicas. En el primer nivel la identificación animal es un método que acompaña a pruebas de propiedad, pruebas ante robos de ganado, para hacer lotes en el rebaño, para cualquier tipo de control (paternidades, controles lecheros, crecimientos, etc), en automatizaciones, sobre todo con la identificación por radiofrecuencia (RFID) (salas de ordeño, sistemas automatizados de alimentación, pesaje, mangas de manejo, etc). A nivel oficial quizás sea la trazabilidad el primer objetivo de la identificación animal, sobre todo en lo que se refiere a la confianza de los consumidores en la seguridad de los alimentos. Otros aspectos son la elaboración de censos, distribución de primas y subvenciones, control y erradicación de enfermedades, control de producciones y movimientos del ganado, control de crisis (BSE, encefalopatías, fiebre aftosa), cobro de seguros, etc, etc.
El ánimo de esta monografía es proporcionar una idea de los modernos métodos de identificación que están disponibles en ganadería en la actualidad, dotados todos ellos de una tecnología muy avanzada, tanto en componentes electrónicos como materiales plásticos, haciendo un rastreo de las diferentes legislaciones que los principales países ganaderos han aplicado en materia de identificación y trazabilidad.
Alfonso Abecia Martínez
Nicolás López Cisneros