La importancia del conejo en España tiene un origen milenario que se remonta a la llegada de los Fenicios a la Península Ibérica. En sus primeros viajes a nuestras tierras, este pueblo semita descubrió un animal, el conejo, que desconocía y, dada su abundancia, los Fenicios decidieron denominar nuestro actual territorio como Isephanim, que en lengua púnica significaba Tierra de Conejos. Este término fue transformado sucesivamente por los Cartaginenses en Ispania y por los Romanos en Hispania, dando lugar al actual nombre de nuestro país: España.
Aunque la presencia del conejo en España sea secular, su cría ha cambiado radicalmente y hoy en día nos encontramos con un sector altamente tecnificado que sigue teniendo relevancia a nivel Europeo y mundial.
El conejo es un animal muy sensible a los cambios bruscos de alimentación y a los desequilibrios alimenticios. Así, las enfermedades infecciosas del sistema digestivo representan la principal causa de mortalidad durante el periodo de cebo en conejos.
No obstante, si bien la muerte de animales entre 5 y 8 semanas de edad por causa de estos trastornos digestivos es ya una pérdida económica tremendamente grave en un subsector ganadero en que el margen de beneficio es muy ajustado en algunas épocas del año, las enfermedades digestivas conllevan otro tipo de problemas. Retrasos en el crecimiento, alargamientos del periodo de engorde, peores rendimientos o pérdida de la homogeneidad de pesos en la banda son razones por las cuales el matadero puede penalizar al ganadero o directamente no admitir los conejos que estén por debajo del peso óptimo de mercado.
Hasta ahora la forma más habitual de prevenir las enfermedades digestivas en conejos de engorde ha sido recurrir a los antibióticos. No obstante, el uso reiterado de antibióticos supone un incremento de un 25% de los costes de alimentación y, experimentalmente, se ha comprobado que algunos productos tienen efectos secundarios perjudiciales como una menor ganancia de peso y desequilibrios en la microflora intestinal.
Por tanto, el precio de los antibióticos, la escasa diversidad de moléculas permitidas en cunicultura y las limitaciones legales de su uso animan a investigar en otros campos de la alimentación del conejo de cebo para hallar soluciones alternativas al empleo de los antibióticos en el control de las enfermedades digestivas que suponen una grave pérdida económica para el sector cunícola español y europeo.
De este modo, este libro pretende establecer pautas en la alimentación de los gazapos destetados que permitan prevenir los brotes de enteropatía y otras enfermedades digestivas y otras enfermedades digestivas sin tener que recurrir al empleo de los antibióticos.
Para ello, se revisarán los aspectos nutricionales y de manejo de la alimentación más importantes, basándose en los resultados obtenidos en recientes trabajos de investigación realizados en condiciones prácticas de campo.
Carlos Romero Martín