Con la violencia no podemos ser transigentes, hay que utilizar todas las vías legales para rebajar sus índices de frecuencia y para, desde otro punto de vista, usar esas vías legales para dar la mayor satisfacción posible a aquellos que han sido víctimas de la misma, con asistencia pública de todo tipo y con el consuelo de que se ha hecho justicia con la persona que ha cometido el delito violento.