La reconstrucción de un accidente de tráfico debe ser una labor de ciencia. El cálculo de la velocidad de cada uno de los partícipes en el siniestro es una herramienta vital para retrotraer en el tiempo y en el espacio las trayectorias de cada uno de los implicados. Solo de esta manera, obteniendo una visión sincrónica de las dinámicas seguidas por cada uno de los móviles en el conflicto, estaremos en disposición de ofrecer unas conclusiones serias y objetivas sobre las causas que generaron el siniestro o sobre las posibilidades de que este pudiera ser evitado.
José Sánchez Martí